Las creencias son marcos para vivir. Si bien para quienes no las comparten son solo una "creencia", para quienes las practican son una verdad. No hablo de creencias religiosas solamente, sino en sentido amplio. Unas de las características de las creencias es que no pueden ser demostradas en forma objetiva, pero eso sería solo un detalle a la hora de evaluar su utilidad. Sin embargo, si bien no se pueden demostrar, resulta interesante que quienes las practican ya establecieron una relación causa y efecto entre su práctica y los resultados sistemáticos obtenidos. Por ejemplo, si yo uso tomate verde para quitar las manchas en la piel porque cada vez que lo uso se me quitan, muy poco podría lograr un argumento médico-científico en su contra. Así que, entre otras consideraciones, a la hora de criticar una creencia, hay que evaluar si esta forma parte de un marco para vivir mejor. En caso positivo, nuestra erudición poco podría lograr en su contra. Y por supuesto que estoy excluyendo a quienes dicen tener creencias pero no las practican.
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