“El conocimiento se suele entender como: Hechos o información adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un asunto referente a la realidad”.
Esta definición de Google es curiosa
porque, desde mi punto de vista, tiene muchos huecos que te obligan a plantear:
“Pero, ¿sabes o no sabes?”
(Por ahora, dejaremos de lado eso de “adquirir
un hecho”)
“A través
de la experiencia o la educación”.
Pienso que lo que uno experimenta directamente
es lo más se le acerca a la realidad real, pero aún así está sometido a nuestros
condicionamientos y a las percepciones y opiniones que estos producen. Es decir,
que hayamos percibido que (nos) ocurrió algo, no quiere decir que lo sepamos por
el resto de las personas. Si caminamos por un sitio, escuchamos unos pasos
detrás de nosotros y luego nos asaltaron no quiere decir que cada persona que
camine por allí y escuche unos pasos será asaltada. Podríamos decir solo que es
una posibilidad real porque ya te ocurrió a ti, y eso en determinadas
condiciones. Cuna del prejuicio.
Por otro lado, el supuesto conocimiento
que se adquiere en la educación está muy en entredicho. Aparte de ser un
conjunto de afirmaciones que llegan a nosotros muy manoseadas por las
percepciones y los intereses ajenos, por las autoridades de turno o incluso por
la buena fe de alguien, cuando uno afirma que sabe porque lo adquirió de un
sistema informativo, educativo o incluso recreacional, es posible que estemos
repitiendo, reproduciendo y hasta distribuyendo una especie total o
parcialmente falsa. Cuna de la mentira masiva.
“La
comprensión teórica o práctica”
La comprensión teórica o práctica… ¿de
quién o quiénes? Igualito que en la expresión anterior, las percepciones y sus
interesados juegan un papel tan importante que afirmar que “uno sabe” se queda
sin sustento suficiente.
“de
un asunto referente a la realidad”
Este vendría siendo el último de los
elementos profusamente relativos de la definición de Conocimiento y la hija
predilecta de los condicionamientos del pasado. Decir “realidad” es poner una
trampa o es haber caído en ella. Si usted mira un objeto desde la distancia y
desde distinta perspectiva cada vez, llegará el momento en que dudará de si es
el mismo objeto, si es la misma realidad.
Ya sé que hay fuentes permanentes de
información, como los medios de comunicación, los científicos, los científicos
sociales y sería monstruoso duda de todos ellos a la vez y colocarse en modo de
protesta, pero me resulta igual de monstruoso guiarse por todo ese flujo
infinito de presunto conocimiento y establecer: “Yo lo sé”.
Un buen ejercicio podría ser decir cómo,
por experiencia propia, en nuestra vida cotidiana, sin el uso de teorías o
leyes ya reconocidas, argumentar que el planeta es esférico… ¡Suerte!